Un buen foto-ensayo puede preservar, y potenciar, temas tan diversos como el primer año de vida de tu sobrina, tu viaje a la costa o la flora de tu región. Tanto si quieres guardar valiosos recuerdos de un día especial como mostrar tu talento artístico, un foto-ensayo podría convertir tus imágenes en una historia con gancho. Disponer de un equipo adecuado y buenos consejos será de gran ayuda.
Busca un tema interesante
Tómate el tiempo necesario para identificar el tema común de tus fotos.
Planifica, pero sin pasarte
Es útil comenzar con una idea del alcance del foto-ensayo o de los elementos del evento en que te vas a centrar, pero no permitas que ajustarte al plan te impida explorar opciones inesperadas.
Usa el texto estratégicamente
La palabra puede ser un complemento útil a las imágenes, pero no confíes exclusivamente en ella para transmitir el impacto emocional de tu historia, a menos que quieras que las fotos sirvan de mera ilustración.
Lo que cuenta (casi siempre) son los detalles
Una ventaja del foto-ensayo frente al vídeo es que el ensayo “congela” momentos para que tu gente (o todo Internet) puedan recrearse en ellos.
Aporta contexto
Asegurarte de que tus imágenes se entienden unas en relación con otras es un reto clave de los foto-ensayos. Nada establece mejor el contexto que una imagen bien elegida.
Sé rápido
El impacto de tu foto-ensayo depende de tu habilidad para capturar los momentos clave a medida que se suceden.
Comparte tu trabajo
Tu ensayo no valdrá mucho si nadie lo ve o si se presenta de una manera que no refleje el gran el cuidado que pusiste en su elaboración.